NOVENA A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA
DÍA 20
Día 20, DÍA 2º DE LA NOVENA:
ORACIÓN
PREPARATORIA
Virgen
y Madre Inmaculada, míranos con ojos misericordiosos, somos tus hijos que
vienen a ti, llenos de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a
darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa. Creemos
y esperamos en tu Medalla, Madre nuestra del cielo, y la amamos con todo
nuestro corazón, y tenemos la plena seguridad de que seremos atendidos en todas
nuestras plegarias. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
AMBIENTACIÓN PARA ESTE DÍA: En su primera aparición, la
Virgen Milagrosa enseñó a santa Catalina la manera como había de portarse ante las
penas y tribulaciones que se avecinaban. "Ven al pie de este altar —le
dice la celestial Señora—, aquí se distribuirán las gracias sobre cuantas
personas las pidan con confianza y fervor, sobre grandes y pequeños". Que
la Virgen de la santa medalla y Jesús del sagrario sean siempre luz, fortaleza
y guía de nuestra vida.
REFLEXIÓN PARA EL DÍA
SEGUNDO: lc.1,29
«Entró el ángel a donde estaba ella y le dijo:
—Alégrate, favorecida, el Señor está contigo. Al oírlo, ella se turbó y
discurría qué clase de saludo era aquel. El ángel le dijo: —No temas, María,
que gozas del favor de Dios» [Lc.1, 28-30].
El Dios de Israel, nuestro Dios, es el que viene,
entra y nos sobresalta. María, tras la fiesta de sus desposorios con José,
había vuelto a la casa de su familia. Volvía a su tarea habitual de cada día.
Estaba enamorada de su presente y de su futuro, de la llegada del día de su
matrimonio, de unir definitivamente su vida a la de José, de dejar la casa de
sus padres y de ir a vivir a su casa matrimonial, enamorada de ser madre y
tener hijos, enamorada, como todo israelita, de esperar al Mesías...
Y estando «a lo suyo», alguien de Dios, Dios mismo,
entra y la sobresalta con palabras que agitaron su interior y dieron un vuelco
a su corazón: alégrate, más que por estar desposada con José, porque eres
bendecida de Dios, porque eres su preferida, su amada y su agraciada. Dios está
completamente enamorado de ti y quiere ser tu Amado, Él quiere ser para ti y
quiere que tú seas para Él. Y María "se turbó". «Mis planes no son
vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos» [1s 55, 8].
SÚPLICAS A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA:
Pidamos con fe y confianza las gracias que deseemos alcanzar de María en
este día de su novena
OH MARÍA SIN
PECADO CONCEIDA:
Rezar tres Avemarías con la jaculatoria: OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, RUEGA POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
ACORDAOS,
¡OH PIADOSÍSIMA VIRGEN MARÍA!
Acordaos, ¡oh
piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que
han acudido a vuestra protección, implorando vuestro socorro, haya sido
desamparado de Vos. Animado por esta confianza, a Vos también acudo, oh Madre,
Virgen de las vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo
a comparecer ante vuestra presencia soberana. Oh madre de Dios, no desechéis
mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.

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