NOVENA A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA
Día 22, DÍA 4º DE LA NOVENA:
ORACIÓN
PREPARATORIA
Virgen y Madre Inmaculada, míranos
con ojos misericordiosos, somos tus hijos que vienen a ti, llenos de confianza
y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don
celestial de tu bendita Medalla Milagrosa. Creemos y esperamos en tu Medalla,
Madre nuestra del cielo, y la amamos con todo nuestro corazón, y tenemos la
plena seguridad de que seremos atendidos en todas nuestras plegarias. Por
Cristo Nuestro Señor. Amén.
AMBIENTACIÓN PARA ESTE DÍA:
En la tarde del 27 de noviembre de
1830, baja otra vez del cielo la Santísima Virgen para manifestarse a santa
Catalina Labouré. De pie entre resplandores de gloria, tiene en sus manos una
pequeña esfera y aparece en actitud como de profunda oración. Después, sin
dejar de apretar la esfera contra su pecho, mira a sor Catalina para decirle:
"Esta esfera representa al mundo entero…, y a cada persona en
particular". Como el hijo pequeño en brazos de su madre, así estamos
nosotros en el regazo de María, muy junto a su Corazón Inmaculado. ¿Podría
encontrarse un sitio más seguro?
REFLEXIÓNPARA EL DÍA
CUARTO: Lc.1,42.
«Mira, concebirás y
darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús. Será grande, llevará el título de
Hijo del Altísimo... ¿Cómo sucederá eso si no convivo con un varón? El ángel le
respondió: – El Espíritu Santo vendrá 4 sobre ti y el poder del Altísimo te
hará sombra; por eso el consagrado que nazca llevará el título de Hijo de Dios»
[Lc 1, 31-32. 34-35].
La joven nazarena,
María, quedó embarazada por la intervención misteriosa de Dios y de su
Espíritu Santo. Deposada ya con José esperaba que las cosas hubieran ido de
otra manera, pero Dios la ponía en una situación complicada y, por poco
tiempo, secreta.
A medida que su
embarazo cumplía días, su prometido José cayó en la cuenta de lo sucedido. Para
él y para María esta situación provocaría una crisis en su relación. ¿Cómo era
posible que su prometida y desposada María estuviera embarazada? Seguramente hablaron,
se interpelaron con preguntas incómodas y, a su modo, se dieron y pidieron
explicaciones, que no resultarían convincentes. En estas estaba José, cuando
arrebatado de amor por María y también lleno de confusión, decidió abandonarla,
pero sin acusarla de infidelidad. Pero entonces, el mismo Ángel de Dios también
quiso tocar de modo misterioso la vida de José: «No tengas reparo en acoger a
María como esposa tuya, pues lo concebido es obra del Espíritu Santo» [Mt 1,
20].
SÚPLICAS A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA:
Pidamos con fe y confianza las gracias que deseemos alcanzar de María en
este día de su novena
OH MARÍA SIN
PECADO CONCEIDA:
Rezar tres
Avemarías con la jaculatoria: OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, RUEGA POR
NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
ACORDAOS,
¡OH PIADOSÍSIMA VIRGEN MARÍA!
Acordaos, ¡oh
piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que
han acudido a vuestra protección, implorando vuestro socorro, haya sido
desamparado de Vos. Animado por esta confianza, a Vos también acudo, oh Madre,
Virgen de las vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo
a comparecer ante vuestra presencia soberana. Oh madre de Dios, no desechéis
mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.

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