martes, 5 de noviembre de 2019

Novena a san Martín de Tours






Tema: Martín comparte su capa con el pobre.


Neste día, Señor, en que facemos

de Martiño de Tours memoria santa,

traémosche, de amor ofrenda humilde,

da gratitude as flores perfumadas.

Pola oración,

que en monacal unión lle segue o traballo,

gracias, Señor.

Polo Pastor,

que os seus apacentou con forte brazo,

gracias, Señor.

Polo esplendor

da gloria que refulxe nos teus santos,

gracias, Señor.

E polo ardor

que a túa gracia lle regala ó ser humano,

gracias, Señor.

Neste día, Señor, en que facemos

de Martiño de Tours memoria santa,

traémosche, de amor ofrenda humilde,

da gratitude as flores perfumadas.

Basílica de Tours
Martín, siendo soldado de la corte imperial, comparte la capa con un mendigo y se convierte en icono de la misericordia de Dios para con todos. Martín, poco a poco, viendo el comportamiento de sus amigos catecúmenos, se va sintiendo interpelado por Jesús de Nazaret y comienza a dar sus primeros pasos en su seguimiento. El papa Francisco escapa de los pronunciamientos teóricos sobre religión y fe; prefiere la vivencia del cristianismo en la vida ordinaria. Al papa Francisco le encanta una pastoral práctica. Aconseja siempre la vivencia de la fe en el compromiso de cada día con los hermanos, sobre todo con los más necesitados. Ya que el sínodo diocesano tiene como punto de arranque la “Evangelii Gaudium”, procuremos ser una Iglesia que busca caminos nuevos. «Una Iglesia que no lleva a Jesús es una Iglesia muerta».  Con Martín buscamos una Iglesia pobre y de los pobres. Queremos anclar nuestra vida en la esperanza, no «en nuestras reglas, en nuestros comportamientos eclesiásticos, o en nuestros clericalismos». Queremos poner a Jesús en el centro de la Iglesia.

Carta de Santiago, 2, 1 – 10
“Hermanos míos, no juntéis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con el favoritismo. Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso. Veis al bien vestido y le decís: por favor, siéntate aquí, en el puesto reservado. Al pobre, en cambio: estate ahí de pie o siéntate4 en el suelo. Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos?”

Oramos:
“Señor, siempre te mostraste misericordioso para con los pequeños y los pobres, para con los enfermos y los pecadores y te hiciste cercano a los oprimidos y afligidos. Concédenos por intercesión de San Martín poder imitarte en la entrega a los más pobres y necesitados. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. (Cfr. Misal Romano, Prefacio Plegaria Eucarística IV. Jesús pasó haciendo el bien).

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