San
Pedro y San Pablo
Día 29 de junio de 2024
San Pedro y san Pablo
fueron apóstoles. Simón, hijo de Jonás y hermano de Andrés, fue el primero
entre los discípulos que confesó a Cristo como Hijo de Dios vivo, y por ello
fue llamado Pedro. Pablo, apóstol de los gentiles, predicó a Cristo crucificado
a judíos y griegos. Los dos, con la fuerza de la fe y el amor a Jesucristo,
anunciaron el Evangelio cuando llegaron a la ciudad de Roma, donde, en tiempo
del emperador Nerón, ambos sufrieron el martirio: Pedro, como narra la
tradición, crucificado cabeza abajo y sepultado en el Vaticano, y Pablo,
degollado y enterrado en la vía Ostiense. Nuestra comunidad de fe y esperanza
se funda en el mensaje de Pedro y Pablo, testigos del Señor resucitado (Libro de la Sede, Libros Litúrgicos,
Conferencia Episcopal Española, 2018, 690).
Cada 29 de junio celebramos la solemnidad de los Apóstoles san Pedro y san Pablo. Es el día llamado del Papa. El ministerio del Santo Padre tiene su fundamento en la confesión de fe de Pedro en Jesús, el Hijo de Dios vivo, en virtud de una gracia recibida de lo alto. Este ministerio consiste en confirmar en la fe a sus hermanos, apacentar corderos y ovejas, presidir en la caridad la Iglesia universal, ser principio y fundamento perpetuo y visible de unidad de la Iglesia, tanto de los obispos como de los fieles. Pedro es la piedra sobre la que se edifica la Iglesia, el instrumento para congregar en la unidad a la Iglesia de Cristo. El sucesor de Pedro, hoy como ayer, es principio y fundamento de la unidad en la fe y de la comunión en el amor de Cristo.
Cada 29 de junio, en la solemnidad de San Pedro y San
Pablo, apóstoles, recordamos a estos grandes testigos de Jesucristo y, a la
vez, hacemos una solemne confesión de fe en la Iglesia una, santa, católica y
apostólica. Ante todo es una fiesta de la catolicidad.
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