La Escolanía de Nuestra Señora de los Infantes de Toledo
visita la Catedral de Ourense
28 - VI - 2021
La Escolanía de Nuestra Señora de los Infantes de Toledo
visita la Catedral de Ourense
28 - VI - 2021
Orquestra de Cámara Galega
Sempre que o permita o tempo, reanudamos os Concertos
na S. I. Catedral
Restauración de las Rejas de la Catedral
26 - VI - 2021
Tiempo de la restauración 13 meses a partir del mes de junio del 2021.
Aniversario de la
dedicación de la S. I. Catedral
Oración de
Consagración
23 – VI - 2021
Este edificio hace vislumbrar el misterio de
la Iglesia, a la que Cristo santificó con su sangre, para presentarla ante sí como Esposa llena de
gloria, como Virgen excelsa por la integridad de la fe, y Madre fecunda por el poder del
Espíritu.
Es la Iglesia santa, la viña elegida de Dios, cuyos sarmientos llenan el mundo
entero, cuyos renuevos, adheridos al tronco, son atraídos hacia lo alto, al
reino de los cielos.
Te suplicamos, pues, Padre santo, que te dignes impregnar con santificación celestial esta iglesia y este altar, para que sean siempre lugar santo y una mesa siempre lista para el sacrificio de Cristo.
Domingo IX del tiempo ordinario. B.
San Antonio de Padua,
nado en Lisboa
Día 13 de juniod de 2021
De san Antonio dinse moitas cousas; algúns afirman que é mentirán, por
aquilo de que “san Antonio verdadeiro, 17 de xaneiro; san Antonio mentirán, 13
de san Xoán”. Mentirán, pois é nado en Lisboa, o seu nome de pía era Fernando e
foi monxe agustiño antes que frade franciscano. Outros afirman que foi un
grande orador: ata os peixes viñan a escoitalo nas ribeiras do mar e dos ríos.
O certo é que falaba con tal convicción e con tal testemuña da súa vida que ata
san Francisco e os responsables da orde franciscana pedían a súa palabra clarificadora
en momentos de transcendencia. É
coñecido como o doutor evanxélico. San Antonio, frade mendicante, nunca deixou
de pedir a os máis ricos para remediar a os máis pobres. O pobo crente, cando
fala de san Antonio, acórdanse do “pan dos pobres”. En moitas igrexas, os petos
de san Antonio están a rebordar de esmolas en beneficio dos máis pobres e
necesitados, e máis que nunca nestes días de pandemia. Na cidade de Ourense a
imaxe de santo Antonio na praza do mesmo nome recibe abundantes esmolas que van a parar ao Asilo de Anciáns, sempre e
cando non se quedan nas mans de algún aproveitado, capaz de desvalixar o seu
peto. E de san Antonio tamén se di que é moi aproveitado, pois quere esmola por
axudarnos a encontrar o perdido.
ORDENACIÓN DEL DIÁCONO BENJAMÍN ALEXANDER MORENO CASTAÑO DEL SEMINARIO REDEMPTORIS MATER
S. I. Catedral de Ourense
12 – VI - 2021
El elegido para el diaconado se acerca al obispo y se arrodilla ante él. El obispo le impone las manos sobre la cabeza en silencio. Arrodillado el elegido ante el obispo, este, con las manos extendidas, dice la oración de consagración:
Escúchanos, Dios todopoderoso, que distribuyes las responsabilidades, repartes los ministerios y señalas a cada uno su propio oficio; inmutable en ti mismo, todo lo renuevas y ordenas y con tu eterna providencia lo tienes todo previsto y concedes en cada momento lo que conviene por Jesucristo, tu Hijo y Señor nuestro, que es tu Palabra, tu Sabiduría y tú Fuerza.
Tú haces crecer a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y,
enriquecida con dones diversos, hermosamente construida con miembros distintos
y unificada mediante admirable estructura, la edificas como templo de tu
gloria.
Así estableciste, Señor, que hubiera tres órdenes de ministros para tu
servicio, del mismo modo que en la Antigua
Alianza habías elegido a los hijos de Leví para que sirvieran al templo,
y, como herencia, poseyeran una bendición eterna.
Así también, en los comienzos de la Iglesia,
los Apóstoles de tu Hijo, movidos por
el Espíritu Santo, eligieron, como auxiliares
suyos en el servicio cotidiano, a siete varones,
tenidos por fieles testigos del Señor, a quienes, mediante la oración e
imposición de manos, dedicaron al servicio, de los pobres, para poderse
entregar ellos con mayor empeño a la oración y al servicio, de la palabra.
Te pedimos, pues, Señor, que mires también con bondad a éstos, tus siervos, que por mi oración consagro para el
orden del diaconado y el servicio del altar.
Envía sobre ellos, Señor, el Espíritu Santo, para que, fortalecidos con tu gracia de los siete dones, desempeñen
con fidelidad su ministerio.
Resplandezcan en su vida todas las virtudes: el amor sincero, la solicitud por los enfermos y los pobres, la autoridad moderada, la pureza sin tacha y un vivir siempre según el Espíritu; que tus mandamientos, Señor, se vean reflejados en su vida, y que, el ejemplo de su castidad suscite la imitación del pueblo santo; que sostenidos por el testimonio. de su buena conciencia, perseveren firmes y constantes en Cristo, de forma que, imitando en la tierra a tu Hijo, que no vino a ser servido, sino a servir, merezcan reinar con él en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Acabada la oración de consagración, el obispo se sienta con la mitra puesta. El ordenado se levanta y algunos diáconos o presbíteros imponen al ordenado la estola según el modo diaconal y lo revisten con la dalmática. El ordenado, con las vestiduras diaconales, se acerca al obispo, que entrega a cada uno el libro de los Evangelios, diciendo:
Recibe el Evangelio de Cristo, del cual has sido constituido mensajero; convierte en fe viva lo que lees, y lo que has hecho fe viva enséñalo, y cumple aquello que has enseñado (Ritual de Ordenaciones).