Septenario a la Virgen Dolorosa
Capilla del Santo Cristo
Del 5 al 11 de abril del 2025
Oh Dios, en cuya Pasión, según la profecía de Simeón, fue traspasada de
dolor el alma dulcísima de la gloriosa Virgen y Madre María; concédenos propicio
que cuantos, venerando sus Dolores, hacemos memoria de ellos, consigamos el
feliz efecto de tu sagrada Pasión. Que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.
Día 2º. Oh Madre, Madre de Dolores, os compadezco por las angustias de vuestro
sensibilísimo corazón durante la huida y estancia en Egipto. Madre querida, por
vuestro corazón tan angustiado obtenedme la virtud dula generosidad,
especialmente hacia los pobres, y el don de piedad. — Ave María...
Día 3º. Oh María, Madre de Dolores, os, compadezco por aquellos afanes que vuestro
solícito corazón experimentó en la pérdida de vuestro amadísimo Jesús. Madre
querida, por vuestro corazón tan vivamente agitado, conseguidme la virtud de la
castidad y el don de ciencia. — Ave María...
Día 4º. Oh María, Madre de Dolores, os compadezco por el sobresalto que experimentó
vuestro maternal corazón al encontrar a Jesús con la cruz a cuestas. Madre
querida, por vuestro corazón tan cruelmente lastimado, concededme la virtud de
la paciencia y el donde la fortaleza. —Ave María...
Día 5º. Oh María, Madre de Dolores, os compadezco por el martirio que sufrió vuestro
generoso corazón asistiendo a la agonía de Jesús. Madre querida, por vuestro
corazón martirizado, obtenedme la virtud de la templanza y el don de consejo. —
Ave María...
Día 6º. Oh María, Madre de Dolores, os compadezco por la herida que hizo en vuestro
compasivo corazón la lanza que abrió el costado de Cristo e hirió su amadísimo
Corazón, Madre querida, por vuestro corazón así traspasado, procuradme la
virtud de la caridad fraterna y el don de entendimiento. — Ave María...
Día 7º. Oh María, Madre de Dolores, os compadezco por los excesivos sufrimientos que
soportó vuestro amantísimo corazón en la sepultura de Jesús. Madre querida por
vuestro corazón saturado de tantas amarguras, alcanzadme la virtud de la
diligencia y el don de sabiduría. —Ave María...
ORACION FINAL
Os rogamos, Señor nuestro Jesucristo que, ahora y en la hora de nuestra
muerte, interceda por nosotros ante vuestra clemencia la bienaventurada Virgen
María Madre vuestra, cuya alma santísima traspasó una espada de dolor en vuestra
Pasión. Por Vos, oh Jesucristo, Salvador del mundo, que con el Padre y el
Espíritu Santo vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén.