SEPTENARIO A LA VIRGEN
DE LOS DOLORES (Semana de Pasión)
ORACIÓN PARA TODOS
LOS DÍAS:
Oh Dios, en cuya Pasión, según la profecía de Simeón, fue
traspasada de dolor el alma dulcísima de la gloriosa Virgen y Madre María;
concédenos propicio que cuantos, venerando sus Dolores, hacemos memoria de
ellos, consigamos el feliz efecto de tu sagrada Pasión. Que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amén.
Día 2º. Oh Madre,
Madre de Dolores, os compadezco por las angustias de vuestro sensibilísimo corazón durante
la huida y estancia en Egipto. Madre querida, por vuestro corazón tan
angustiado obtenedme la virtud dula generosidad, especialmente hacia los
pobres, y el don de piedad. — Ave María...
Día 3º. Oh María,
Madre de Dolores, os, compadezco por aquellos afanes que vuestro solícito corazón experimentó
en la pérdida de vuestro amadísimo Jesús. Madre querida, por vuestro corazón
tan vivamente agitado, conseguidme la virtud de la castidad y el don de
ciencia. — Ave María...
Día 4º. Oh María,
Madre de Dolores, os compadezco por el sobresalto que experimentó vuestro maternal corazón
al encontrar a Jesús con la cruz a cuestas. Madre querida, por vuestro corazón
tan cruelmente lastimado, concededme la virtud de la paciencia y el donde la
fortaleza. —Ave María...
Día 5º. Oh María,
Madre de Dolores, os compadezco por el martirio que sufrió vuestro generoso corazón
asistiendo a la agonía de Jesús. Madre querida, por vuestro corazón
martirizado, obtenedme la virtud de la templanza y el don de consejo. — Ave
María...
Día 6º. Oh María,
Madre de Dolores, os compadezco por la herida que hizo en vuestro compasivo corazón la lanza
que abrió el costado de Cristo e hirió su amadísimo Corazón, Madre querida, por
vuestro corazón así traspasado, procuradme la virtud de la caridad fraterna y
el don de entendimiento. — Ave María...
Día 7º. Oh María,
Madre de Dolores, os compadezco por los excesivos sufrimientos que soportó vuestro
amantísimo corazón en la sepultura de Jesús. Madre querida por vuestro corazón
saturado de tantas amarguras, alcanzadme la virtud de la diligencia y el don
de sabiduría. —Ave María...
ORACION FINAL
Os rogamos, Señor nuestro Jesucristo que, ahora y en la
hora de nuestra muerte, interceda por nosotros ante vuestra clemencia la
bienaventurada Virgen María Madre vuestra, cuya alma santísima traspasó una
espada de dolor en vuestra Pasión. Por Vos, oh Jesucristo, Salvador del mundo,
que con el Padre y el Espíritu Santo vivís y reináis por los siglos de los
siglos. Amén.
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