SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR
Gracias, Señor, por
invitar a todos los pueblos a la salvación anunciada a Israel. Gracias por
guiar a los magos hasta Belén. Así confirmaste a María y José que las palabras
del ángel no habían sido un invento de su imaginación.
Concédenos la humildad y
la fe de estos sabios que siguieron la luz de una estrella. Aunque nada
indicaba que aquel niño fuera el rey de Israel, no cayeron en la trampa de las
apariencias y se postraron ante Él. Jesús, nosotros también queremos reconocer
tu realeza y rendirte el homenaje que mereces.
Porque no eres un rey que
defiende los intereses de los poderosos, sino uno que cuida de los pobres y
desvalidos.
Gracias por todas
aquellas personas de nuestro entorno en quienes podemos reconocer tu presencia.
Haz que estemos siempre dispuestos, preparados para tu venida, para que podamos
recibir los regalos que nos ofreces por medio de nuestros hermanos (Misa
Claret).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.