1er Día de la Novena al Santo Cristo
de Ourense.
La oración de Jesús en el Huerto. Mc. 14, 32 –
38.
“Padre, si es posible, aparta de mí este
cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Nuestras tristezas, nuestras
angustias nos llevan, a veces, a la desesperación. Señor, ayúdanos a confiar en
el Padre Dios.
Jesús,
obediente a la voluntad del Padre es modelo a seguir para todos aquellos que
quieren imitarle de cerca, como el evangelista San Marcos, a quien hoy
celebramos: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación…
Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes” Mc. 16, 15 - 20
El relato de la victoria de Jesús es un
acontecimiento de tal magnitud que su proclamación gozosa deja al oyente
sobrecogido y sin habla. Jamás podrá aceptarlo por si solo: “les echó en cara
su incredulidad”.
“Por
tu pasión y muerte en cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos compasivo en
la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras
intenciones y por las intenciones de toda la Iglesia (breve silencio).
Oración en tiempos difíciles: Tú, que has tenido compasión por todos los sufrimientos humanos, reanima
la esperanza de los enfermos y dales serenidad y salud, pero haznos también a
nosotros solícitos para aliviar sus sufrimientos. Apiádate de nosotros,
Señor.
Oración
Oh
Dios, que quisiste que tu amantísimo Hijo sufriese por nosotros el suplicio de
la Cruz para arrojar de nosotros la tiranía del enemigo, concédenos a tus
siervos, conseguir la gracia de la Resurrección. Por Cristo Nuestro Señor. Amén
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