Funeral de exequias por su eterno descanso
M. I. Sr. D. Francisco Vizcaya González
Canónigo Doctoral emérito de la S. I. Catedral
Con
la celebración de las exequias por el eterno descanso del Ilmo. Sr. D. Francisco
Vizcaya González damos nuestro último adiós a aquel que fue compañero nuestro
por más de 35 años.
D. Francisco Vizcaya era natural de Santo Tomé de
Maside. Estudió en el Seminario de
Ourense y en la Pontificia Universidad de Comillas (Santander). Fue ordenado de
presbítero en el año 1948. Coadjutor de la parroquia San Francisco de Regis,
hoy Fátima, entre los años 1949 y 1950. En el año 1951, mes de noviembre, fue
nombrado formador del Seminario Menor en el momento de transición de los Padres
Paúles a los Sacerdotes Diocesanos. Este nuevo período se caracterizó por una
nueva pedagogía y un nuevo estilo en la educación de los seminaristas, muy
recordado por los alumnos de aquellos tiempos.
En
el mismo año fue nombrado profesor de Derecho Canónico del Seminario Mayor
hasta el año 1995, explicando primero el Código de 1917 y luego el Código
postconciliar de 1983. Sus clases eran de verdadera erudición, aunque siempre
se estaba quejando de su maltrecha salud. Ágil de palabra, muy considerado
entre la abogacía y muy cercano al mundo de la judicatura. Los letrados
buscaban su compañía en encuentros y celebraciones…, por su fácil palabra y
conversación amena.
Director de la COPE en la década de los sesenta, canónigo doctoral de la S. I.
Catedral entre los años 1965 y 2000. En
la curia diocesana ejerció como Vicario Judicial desde el año 1975 y como
Vicario Judicial Adjunto a partir del 1995 hasta el año 2006. Canciller del
obispado desde el año 1995 al 2011.
Ejerció
como profesor de Religión entre los años 1985 y 1993 en lo que sería más tarde
la Escuela Universitaria de Enfermería con sede el Hospital Viejo, hoy campus
de la Universidade de Vigo. El Ilmo. Sr. D. Francisco Vizcaya González, Vicario
Judicial y canónigo emérito de la S. I. Catedral, falleció el día 24 de octubre
del 2018, a la edad de 92 años. ¡Que descanse en paz!
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