A diocese de Ourense e a súa
Catedral figuran xa nun lugar destacado na Basílica de San Martiño de Tours en
Francia, onde repousan os restos do noso
patrón e intercesor dende o século cuarto. Di así a inscrición gravada nunha das
paredes do templo votivo:
A Diocese e a Catedral
de San Martiño de Ourense (España)
a o seu patrón con ledicia.
Peregrinación Diocesana
22-VIII-2016
Unha cincuentena de ourensáns, presididos polo Deán da Catedral e varios sacerdotes tiñamos a Tours como meta da peregrinación diocesana. No 1700 aniversario do nacemento de San Martiño quixemos ir a val do Loira para renderlle honores e para darlle grazas o noso Santo Patrón ben querido. Viaxou connosco, e fíxoo a propósito, a Coral de Ruada. Celebramos a santa Misa, harmonizada polos membros da prestixiosa coral, fixemos a ofrenda, brindámoslles un espléndido concerto á todos cantos quixeron escoitar, que foron moitos, e fundímonos nun abrazo cos habitantes de Tours, descendentes na súa fe do bispo Martiño. O noso agradecemento máis profundo a Clara María, ourensá residente en Tours, e as Irmás Beneditinas do Sacré-Cœur de Montmartre a o servizo da Basílica de San Martiño
Santa Misa celebrada en la Basílica de Tours:
Introducción:
San M.artín de Tours,
obispo. Hemos llegado a Tours, ciudad de nuestro patrón San Martín. Que se educó en
Pavía, Italia, y que ingresó con 15 años en la guardia imperial romana, en la que sirvió hasta
el año 356 en Francia. La leyenda más famosa en torno a su vida sucedería en el
invierno de 337, cuando estando Martín en Amiens
encuentra cerca de la puerta de la ciudad un mendigo tiritando de frío, a quien
da la mitad de su capa, pues la otra mitad pertenece al ejército romano en que
sirve. En la noche siguiente, Cristo se le aparece vestido con la media capa
para agradecerle su gesto. Esta es la escena que iconográficamente se ha
preferido para su representación. Martín decide entonces dejar el ejército
romano y convertirse, lo cual no puede hacer hasta pasado un tiempo, al negarle
su licencia el emperador. Tras dejar la vida militar se bautiza y
se une a los discípulos de San Hilario de Poitiers en la ciudad de Poitiers.
En el año 370 es nombrado
Obispo de Tours. Su
vida pastoral se caracterizó por la evangelización y la lucha contra las
costumbres paganas. Perseguía las teorías del gnosticismo y maniqueísmo de Prisciliano. Martín quiso librarlo de la condena a muerte ante el emperador Magno Clemente Máximo, pero el obispo galaico Hidacio fue
favorable a su ejecución e insistió ante el emperador hasta que Prisciliano fue
ejecutado. Martín Falleció en Candes en
el año 397. Su vida la escribió Sulpicio Severo probablemente ese mismo año.
Antífona de entrada 1 Sam 2, 35
Yo me suscitaré un sacerdote fiel, que
obre según mi corazón y mis deseos —dice el Señor.
Oración colecta
Oh Dios, que fuiste glorificado con la
vida y la muerte de tu obispo san Martín de Tours, renueva en nuestros
corazones las maravillas de tu gracia, para que ni la vida ni la muerte puedan
apartarnos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración sobre las ofrendas
Santifica, Señor, los dones que te
presentamos con gozo en la fiesta de san Martín; que ellos orienten nuestra
vida en medio de los bienes y males de este mundo. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Antífona de comunión Mt 25, 40
Os aseguro que cada vez que lo hicisteis
con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis —dice el Señor.
Oración después de la comunión
Concede, Señor, a los que has alimentado
con el sacramento de la unidad, la aceptación perfecta de tu voluntad en todas
las cosas, para que, así como san Martín se entregó por entero a tu servicio,
también nosotros vivamos el gozo de ser verdaderamente tuyos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Primera lectura:
Lectura del libro del
profeta Isaías 61, 1-3a
El espíritu del Señor está
sobre mí, porque el Señor me ha ungido.
Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones
heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los
prisioneros, a proclamar un año de gracia del Señor, un día de venganza para
nuestro Dios; a consolar a todos los que están de duelo a cambiar su ceniza por
una corona, su ropa de luto por el óleo de la alegría, y su abatimiento por un
canto de alabanza.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 88, 2-5. 21-22. 25. 27 (R.: cf. 2a)
R. ¡Cantaré eternamente tu misericordia, Señor!
Cantaré eternamente el amor del Señor,
proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones.
Porque Tú has dicho: «Mi amor se mantendrá eternamente,
mi fidelidad está afianzada en el cielo». R.
Yo sellé una Alianza con mi elegido,
hice este juramento a David, mi servidor:
«Estableceré tu descendencia para siempre,
mantendré tu trono por todas las generaciones». R.
Encontré a David, mi servidor,
y lo ungí con el óleo sagrado,
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga poderoso. R.
Mi fidelidad y mi amor lo acompañarán,
su poder crecerá a causa de mi Nombre:
Él me dirá: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora». R.
Segunda
Lectura:
Lectura de la segunda
carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto
5,
14-20
Hermanos:
El amor de Cristo nos apremia,
al considerar que si uno solo murió por todos, entonces todos han muerto. Y él
murió por todos, a fin de que los que viven no vivan más para sí mismos, sino
para aquel que murió y resucitó por
ellos. Por eso nosotros, de ahora en adelante, ya no conocemos a nadie con
criterios puramente humanos; y si conocimos a Cristo de esa manera, ya no lo
conocemos más así. El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha
desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente.
Y todo esto procede de Dios,
que nos reconcilió con él por intermedio de Cristo y nos confió el ministerio
de la reconciliación. Porque es Dios el que estaba en Cristo, reconciliando al
mundo consigo, no teniendo en cuenta los pecados de los hombres, y confiándonos
la palabra de la reconciliación.
Nosotros somos, entonces, embajadores de Cristo, y es Dios el que exhorta
a los hombres por intermedio nuestro. Por eso, les suplicamos en nombre de
Cristo: Dejémonos reconciliar con Dios.
Palabra de Dios.
ALELUIA Jn 13, 34abc
Aleluia. «Les doy un mandamiento nuevo: ámense unos a otros, como
Yo los he amado», dice el Señor. Aleluia.
SANTO EVANGELIO
Mateo 25:31-
Cuando el Hijo del
Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se
sentará en su trono de gloria, y
serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los
otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su
derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces
el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino
preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me
disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me
recogisteis; estuve
desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis
a mí.
Entonces los
justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te
recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la
cárcel, y vinimos a ti?
Y respondiendo el
Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Homilía
en Tours de Francia
Introducción:
· Alegría
por haber llegado a Tours, patria de San Martín.
· Acción
de gracias y súplicas: por nuestra diócesis y catedral.
· Imitación
en el cumplimiento del Evangelio.
También nosotros estamos
llenos del Espíritu Santo: Isaías, 61, 1-3ª:
Gracias
a San Martín de Tours:
·
Llenos del Espíritu del Señor, porque Dios habita en nosotros.
·
Nos envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los
corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los
prisioneros,
·
A proclamar un año de gracia del Señor; a consolar a todos los que
están de duelo; a cambiar su ropa de luto por la alegría, y su
abatimiento por un canto de alabanza.
¿Por
qué estamos hoy en Tours de Francia? Porque tenemos memoria:
La diócesis de Ourense peregrina a Tours
de Francia hoy, día 22 de agosto, para conmemorar el 1700 aniversario del nacimiento de San Martín de Tours,
patrono de la S. I. Catedral y de la diócesis de Ourense: “existe una
narración de Gregorio de Tours (538-673), según la cual la conversión de los
suevos se debió a un milagro de San Martín de Tours. El rey suevo Carriarico tenía un hijo llamado
Mirón, gravemente enfermo y, habiéndole llegado a los oídos la fama de los
milagros que hacía el santo de Tours, por la predicación de San Martín de
Dumio, mandó preparar una embajada con obsequios de oro y plata para obtener la
curación de su hijo. Algo que no consiguió. Carriarico pensó que esto se debía
a la diversidad de religión, por lo que mandó edificar una iglesia en honor de
San Martín de Tours. Envió una nueva embajada, pidiendo que le enviasen
reliquias del santo y prometiendo aceptar todo lo que predicasen los
sacerdotes. Llegaron las reliquias y el hijo del rey quedó milagrosamente
curado y el monarca se convirtió con toda su grey”.
¿Cómo imitar a San Martín en el seguimiento de Cristo? Mateo, 25, 31-40
·
Sólo hay un camino:
·
«Venid, benditos de mi Padre, y recibid en herencia el Reino que
os fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y me disteis
de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me alojasteis;
estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; preso y vinisteis a
ver».
·
Los justos le responderán: «Señor, ¿cuando te vimos hambriento, y
te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y
te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos
a verte?». Y el Rey les responderá: «Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con
el más pequeño de mis hermanos, lo hicisteis conmigo».
San Martín, Icono de misericordia: San Martín nos encamina a una
vida comprometida: La leyenda más famosa en torno a su vida sucedería en
el invierno de 337, cuando estando Martín en Amiens encuentra cerca de la puerta de la ciudad un mendigo tiritando de frío, a
quien da la mitad de su capa, pues la otra mitad pertenece al ejército romano
en que sirve. En la noche siguiente, Cristo se le aparece vestido con la media
capa para agradecerle su gesto.
San Pablo nos invita a
ser embajadores de Dios: Corintios, 5, 14-20
·
Nos piden que vivíamos para aquel que murió y resucitó por nosotros.
·
Nosotros somos embajadores de Cristo y tenemos que dejarnos reconciliar
con Dios.
Evangelización:
La vida pastoral
de San Martín se caracterizó por la evangelización de los pueblos por la
cristianización de sus costumbres. Trabajó por desterrar el gnosticismo y el maniqueísmo de Prisciliano, pero siempre desde la caridad. Acudió ante el
emperador Magno Clemente Máximo para evitar que Prisciliano fuera
ejecutado, mientras que el obispo galaico Hidacio era favorable a la ejecución. Este insistió ante el emperador hasta que
Prisciliano fue ejecutado en Tréveris.
Antífona de entrada 1 Sam 2, 35
Oración colecta
Oh Dios, que fuiste glorificado con la
vida y la muerte de tu obispo san Martín de Tours, renueva en nuestros
corazones las maravillas de tu gracia, para que ni la vida ni la muerte puedan
apartarnos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración sobre las ofrendas
Santifica, Señor, los dones que te
presentamos con gozo en la fiesta de san Martín; que ellos orienten nuestra
vida en medio de los bienes y males de este mundo. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Antífona de comunión Mt 25, 40
Os aseguro que cada vez que lo hicisteis
con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis —dice el Señor.
Oración después de la comunión
Concede, Señor, a los que has alimentado
con el sacramento de la unidad, la aceptación perfecta de tu voluntad en todas
las cosas, para que, así como san Martín se entregó por entero a tu servicio,
también nosotros vivamos el gozo de ser verdaderamente tuyos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Primera lectura:
Lectura del libro del
profeta Isaías 61, 1-3a
El espíritu del Señor está
sobre mí, porque el Señor me ha ungido.
Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones
heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los
prisioneros, a proclamar un año de gracia del Señor, un día de venganza para
nuestro Dios; a consolar a todos los que están de duelo a cambiar su ceniza por
una corona, su ropa de luto por el óleo de la alegría, y su abatimiento por un
canto de alabanza.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 88, 2-5. 21-22. 25. 27 (R.: cf. 2a)
R. ¡Cantaré eternamente tu misericordia, Señor!
Cantaré eternamente el amor del Señor,
proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones.
Porque Tú has dicho: «Mi amor se mantendrá eternamente,
mi fidelidad está afianzada en el cielo». R.
Yo sellé una Alianza con mi elegido,
hice este juramento a David, mi servidor:
«Estableceré tu descendencia para siempre,
mantendré tu trono por todas las generaciones». R.
Encontré a David, mi servidor,
y lo ungí con el óleo sagrado,
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga poderoso. R.
Mi fidelidad y mi amor lo acompañarán,
su poder crecerá a causa de mi Nombre:
Él me dirá: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora». R.
SALMO Sal 88, 2-5. 21-22. 25. 27 (R.: cf. 2a)
R. ¡Cantaré eternamente tu misericordia, Señor!
Cantaré eternamente el amor del Señor,
proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones.
Porque Tú has dicho: «Mi amor se mantendrá eternamente,
mi fidelidad está afianzada en el cielo». R.
Yo sellé una Alianza con mi elegido,
hice este juramento a David, mi servidor:
«Estableceré tu descendencia para siempre,
mantendré tu trono por todas las generaciones». R.
Encontré a David, mi servidor,
y lo ungí con el óleo sagrado,
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga poderoso. R.
Mi fidelidad y mi amor lo acompañarán,
su poder crecerá a causa de mi Nombre:
Él me dirá: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora». R.
Segunda
Lectura:
Lectura de la segunda
carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto
5,
14-20
Hermanos:
El amor de Cristo nos apremia,
al considerar que si uno solo murió por todos, entonces todos han muerto. Y él
murió por todos, a fin de que los que viven no vivan más para sí mismos, sino
para aquel que murió y resucitó por
ellos. Por eso nosotros, de ahora en adelante, ya no conocemos a nadie con
criterios puramente humanos; y si conocimos a Cristo de esa manera, ya no lo
conocemos más así. El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha
desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente.
Y todo esto procede de Dios,
que nos reconcilió con él por intermedio de Cristo y nos confió el ministerio
de la reconciliación. Porque es Dios el que estaba en Cristo, reconciliando al
mundo consigo, no teniendo en cuenta los pecados de los hombres, y confiándonos
la palabra de la reconciliación.
Nosotros somos, entonces, embajadores de Cristo, y es Dios el que exhorta a los hombres por intermedio nuestro. Por eso, les suplicamos en nombre de Cristo: Dejémonos reconciliar con Dios.
Nosotros somos, entonces, embajadores de Cristo, y es Dios el que exhorta a los hombres por intermedio nuestro. Por eso, les suplicamos en nombre de Cristo: Dejémonos reconciliar con Dios.
Palabra de Dios.
ALELUIA Jn 13, 34abc
Aleluia. «Les doy un mandamiento nuevo: ámense unos a otros, como Yo los he amado», dice el Señor. Aleluia.
SANTO EVANGELIO
Aleluia. «Les doy un mandamiento nuevo: ámense unos a otros, como Yo los he amado», dice el Señor. Aleluia.
SANTO EVANGELIO
Mateo 25:31-
Cuando el Hijo del
Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se
sentará en su trono de gloria, y
serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los
otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su
derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces
el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino
preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me
disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me
recogisteis; estuve
desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis
a mí.
Entonces los
justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te
recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la
cárcel, y vinimos a ti?
Y respondiendo el
Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Homilía
en Tours de Francia
Introducción:
· Alegría
por haber llegado a Tours, patria de San Martín.
· Acción
de gracias y súplicas: por nuestra diócesis y catedral.
· Imitación
en el cumplimiento del Evangelio.
También nosotros estamos
llenos del Espíritu Santo: Isaías, 61, 1-3ª:
Gracias
a San Martín de Tours:
·
Llenos del Espíritu del Señor, porque Dios habita en nosotros.
·
Nos envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los
corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los
prisioneros,
·
A proclamar un año de gracia del Señor; a consolar a todos los que
están de duelo; a cambiar su ropa de luto por la alegría, y su
abatimiento por un canto de alabanza.
¿Por
qué estamos hoy en Tours de Francia? Porque tenemos memoria:
La diócesis de Ourense peregrina a Tours
de Francia hoy, día 22 de agosto, para conmemorar el 1700 aniversario del nacimiento de San Martín de Tours,
patrono de la S. I. Catedral y de la diócesis de Ourense: “existe una
narración de Gregorio de Tours (538-673), según la cual la conversión de los
suevos se debió a un milagro de San Martín de Tours. El rey suevo Carriarico tenía un hijo llamado
Mirón, gravemente enfermo y, habiéndole llegado a los oídos la fama de los
milagros que hacía el santo de Tours, por la predicación de San Martín de
Dumio, mandó preparar una embajada con obsequios de oro y plata para obtener la
curación de su hijo. Algo que no consiguió. Carriarico pensó que esto se debía
a la diversidad de religión, por lo que mandó edificar una iglesia en honor de
San Martín de Tours. Envió una nueva embajada, pidiendo que le enviasen
reliquias del santo y prometiendo aceptar todo lo que predicasen los
sacerdotes. Llegaron las reliquias y el hijo del rey quedó milagrosamente
curado y el monarca se convirtió con toda su grey”.
¿Cómo imitar a San Martín en el seguimiento de Cristo? Mateo, 25, 31-40
·
Sólo hay un camino:
·
«Venid, benditos de mi Padre, y recibid en herencia el Reino que
os fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y me disteis
de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me alojasteis;
estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; preso y vinisteis a
ver».
·
Los justos le responderán: «Señor, ¿cuando te vimos hambriento, y
te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y
te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos
a verte?». Y el Rey les responderá: «Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con
el más pequeño de mis hermanos, lo hicisteis conmigo».
San Martín, Icono de misericordia: San Martín nos encamina a una
vida comprometida: La leyenda más famosa en torno a su vida sucedería en
el invierno de 337, cuando estando Martín en Amiens encuentra cerca de la puerta de la ciudad un mendigo tiritando de frío, a
quien da la mitad de su capa, pues la otra mitad pertenece al ejército romano
en que sirve. En la noche siguiente, Cristo se le aparece vestido con la media
capa para agradecerle su gesto.
San Pablo nos invita a
ser embajadores de Dios: Corintios, 5, 14-20
·
Nos piden que vivíamos para aquel que murió y resucitó por nosotros.
·
Nosotros somos embajadores de Cristo y tenemos que dejarnos reconciliar
con Dios.
Evangelización:
La vida pastoral
de San Martín se caracterizó por la evangelización de los pueblos por la
cristianización de sus costumbres. Trabajó por desterrar el gnosticismo y el maniqueísmo de Prisciliano, pero siempre desde la caridad. Acudió ante el
emperador Magno Clemente Máximo para evitar que Prisciliano fuera
ejecutado, mientras que el obispo galaico Hidacio era favorable a la ejecución. Este insistió ante el emperador hasta que
Prisciliano fue ejecutado en Tréveris.
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