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lunes, 13 de junio de 2016

San Antonio de Padua


Fiesta de san Antonio de Padua
Imagen de San Antonio de Mateo de Prado, Catedral de Ourense 

El 13 de junio celebramos la fiesta de san Antonio. ¿Conocen el responso a san Antonio? Entonces pueden estar seguros de que el Santo les atenderá en sus ruegos. El mar sosiega su ira: san Antonio conocía por experiencia propia los males del mar, las tormentas, las tempestades, los naufragios; pero, sobre todo, conocía los males encubiertos por la simbología del mar: males morales, males espirituales, males sociológicos, males físicos y psicológicos. Redímense encarcelados: era normal en aquellos tiempos de invasiones árabes, de luchas en el norte de África y en el Sur de España y Portugal. La orden de la Merced nace por este mismo tiempo para liberar cautivos. Miembros y bienes perdidos, recobran mozos y ancianos: san Antonio es muy buen abogado para recuperar bienes perdidos. Dicen que es un poco interesado, porque siempre pide una pequeña limosna. Nada de extrañar, pues todas las limosnas del Santo van a parar a los pobres, a Caritas, a las Conferencias de San Vicente de Paúl o al Asilo de Ancianos. El peligro se retira, los pobres van remediados, cuéntenlo los socorridos, díganlo los paduanos: dar a conocer a los vecinos las gracias obtenidas y proclamar los milagros de san Antonio son el compromiso de todo devoto del Santo protector. Pero también realiza otros milagros que son poco anunciados; me refiero al mal de amores. Las chicas, ensimismadas en oración, ruegan al Santo, que venga en su ayuda en medio de la desolación y que ponga remedio a sus males con la gracia de un buen partido para la boda.

A san Antonio le llaman el “mentirán”, porque no era Antonio su nombre sino Fernando, porque no era de Padua sino de Lisboa, porque no fue agustino sino franciscano: “O 17 de xaneiro san Antonio verdadeiro; o 13 de san Xoán, san Antonio mentirán”.  


Responso de San Antonio

Si buscas milagros
mira muerte y error desterrados,
miseria y demonio huidos,
leprosos y enfermos sanos.

El mar sosiega su ira,
redímense encarcelados,
miembros y bienes perdidos,
recobran mozos y ancianos.

El peligro se retira,
los pobres van remediados,
cuéntenlo los socorridos,
díganlo los paduanos.

El mar sosiega su ira,
redímense encarcelados,
miembros y bienes perdidos,
recobran mozos y ancianos.

Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo.

El mar sosiega su ira,
redímense encarcelados,
miembros y bienes perdidos,
recobran mozos y ancianos.

Ruega a Cristo por nosotros
Antonio gloriosos y Santo,
para que dignos así,
de sus promesas seamos.
Amén.


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